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En el Juzgado de Chilecito, un abogado defensor enfrenta una multa inusual por dilatar un proceso de tentativa de homicidio. El Juez Carrizo rechazó tácticas cuestionables, marcando un precedente contra la mala fe procesal.

Un suceso extraordinario ha sacudido el escenario judicial de Chilecito, donde un abogado defensor enfrenta una multa por actitudes dilatorias en una causa de «tentativa de homicidio agravado por alevosía y ensañamiento». El Juez Carrizo tomó la decisión tras rechazar una excepción de prescripción presentada por la defensa.

La noticia, revela un ejemplo de mala fe procesal y exceso en la defensa legal. Aunque la sentencia está en proceso de apelación, la resolución del Juez Carrizo ha llamado la atención, ya que es infrecuente que un abogado sea sancionado por su modo de proceder en una causa de este tipo.

Según información judicial, el Dr. Carrizo fundamentó su decisión al afirmar que el abogado defensor no tenía razón para presentar la excepción y procedió a imponer una multa de $92,640.4 por mala fe procesal, en virtud de la Ley de Organización Judicial.

La resolución se basó en la dilación de la causa durante siete años, donde la defensa, según el expediente, utilizó tácticas improcedentes para suspender una audiencia indagatoria. El Juez Carrizo destacó que estas acciones eran violatorias del principio de progresividad de las acciones y la preclusión, acercándose peligrosamente a la mala fe procesal.

El expediente judicial deja claro que la interposición sistemática de nulidades sin justificación legal, con el único propósito de dilatar el proceso, puede hacer a los abogados pasibles de sanciones disciplinarias. La decisión final del juez fue no aceptar la excepción de extinción de la acción penal por prescripción y condenar en costas a la defensa, considerándola parte vencida en el incidente.