En una sorprendente táctica de protesta, Corea del Norte envió alrededor de 500 globos cargados con basura y láminas de plástico hacia Corea del Sur, según informaron fuentes de Seúl. Este miércoles, algunos de estos globos aterrizaron en el complejo de la oficina presidencial en la capital surcoreana, mientras que el resto se dispersó principalmente en Seúl y la provincia de Gyeonggi.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur detalló que se trataba de cerca de 480 globos y, tras un análisis exhaustivo, se concluyó que los objetos no representaban ningún peligro para la población. El Servicio de Seguridad Presidencial, junto con un equipo especializado en respuestas químicas, biológicas y radiológicas, aseguró que no había ningún tipo de contaminación ni amenaza asociada a los desechos.
Esta acción de Corea del Norte es la segunda de su tipo en lo que va de la semana. En respuesta, Corea del Sur ha reanudado las emisiones propagandísticas por altavoz dirigidas al país vecino, a través de la frontera común. La tensión entre ambos países se ha incrementado recientemente, y este tipo de incidentes no hacen más que agravar la situación.
Según el sitio Actualidad RT, el Servicio de Seguridad Presidencial sigue monitoreando la situación en cooperación con el Estado Mayor Conjunto, para asegurar que no haya futuras amenazas o intentos similares por parte de Pyongyang. Este incidente pone en evidencia las complejas y a menudo insólitas tácticas empleadas en el conflicto entre las dos Coreas.