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A casi dos meses de la muerte de Liam Payne, la Justicia imputó a dos personas más, incluido el jefe de seguridad del hotel, y citó a indagatoria al mánager del cantante por abandono de persona y facilitación de drogas.


A casi dos meses de la muerte del cantante británico Liam Payne en un hotel de Palermo, la investigación judicial sumó nuevas acusaciones e imputados. La jueza Laura Bruniard imputó a Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad del hotel, y a Gilda Martín, gerente del establecimiento CasaSur, por su posible responsabilidad en los hechos ocurridos la noche del fallecimiento.

Además, se citó a indagatoria a tres acusados ya identificados: Rogelio Nores, amigo cercano y mánager de Payne, el camarero Braian Paiz y el empleado del hotel Ezequiel Pereyra. Nores enfrenta las acusaciones más graves, incluyendo abandono de persona seguido de muerte y facilitación de estupefacientes, cargos que también recaen sobre Paiz y Pereyra.