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Un hombre en Córdoba confundió a su hijo con un ladrón y lo mató accidentalmente con una escopeta. El hecho, ocurrido en el barrio Guiñazú, reabrió el debate sobre el uso de armas en los hogares.

El barrio Guiñazú, al norte de Córdoba, quedó marcado por una tragedia que conmocionó a la comunidad. El sábado por la noche, un hombre disparó con su escopeta creyendo que había intrusos en su casa, pero el disparo terminó con la vida de su propio hijo de 20 años.

El hecho ocurrió en la vivienda de la familia Padilla, ubicada en la calle Del Moxeño al 40. Según las primeras investigaciones, el hombre escuchó ruidos sospechosos dentro de su hogar y, ante la creencia de que se trataba de ladrones, actuó para defenderse. Lo que nunca imaginó fue que la víctima de su disparo sería su hijo, quien aparentemente había ingresado sin avisar.