La fábrica, un ícono de la industria alimenticia desde 1939, cerró definitivamente dejando a 150 empleados en la lucha por sus indemnizaciones.
Dánica Dorada, una marca emblemática de la industria alimenticia argentina, anunció el cierre definitivo de su planta en Llavallol, provincia de Buenos Aires. Esta fábrica, inaugurada en 1939, fue durante décadas un pilar de la economía local y un símbolo de calidad en la producción de aceites y margarinas.
El proceso de cierre comenzó en octubre, cuando la empresa detuvo sus actividades y lanzó un plan de retiros voluntarios. Sin embargo, la situación escaló al confirmarse el cierre definitivo, dejando a 150 empleados sin trabajo. Estas familias, muchas de las cuales llevan generaciones trabajando en la planta, enfrentan ahora la incertidumbre de su futuro económico.
