La petrolera Raízen (Shell + Cosan) vendió su histórica refinería de Dock Sud y más de 700 estaciones de servicio en Argentina, operación valuada en unos US$ 1.500 millones.
La venta implica que casi el 18 % del mercado de nafta cambia de manos, lo que impacta directamente en miles de empleos. Muchos trabajadores advierten: “Se va una parte de nuestra vida laboral y de la ciudad”. Desde Raízen confirmaron que la exploración en Vaca Muerta sigue, pero que el futuro de los puestos de trabajo y la red de estaciones dependerá del nuevo propietario y de cómo lo regulen.
Queda pendiente que se nombre quién compró los activos, qué plan tiene para mantener el abastecimiento de combustible, y cómo garantizarán estabilidad para quienes dependen de esas estaciones. Familias y comunidades están esperando que empiecen a aparecer respuestas concretas.
