El gobierno de Trump eliminó la regla que garantizaba clases de inglés a niños migrantes y despidió al personal del programa.
La administración de Donald Trump eliminó una norma federal que obligaba a las escuelas a brindar apoyo en inglés a los niños inmigrantes. La medida generó preocupación entre familias y organizaciones sociales que temieron por el futuro educativo de miles de chicos.
Según denunciaron activistas, sin esa ayuda especial muchos alumnos no lograron avanzar en el aprendizaje del idioma, lo que los dejó en desventaja frente a sus compañeros. “Es un retroceso enorme en derechos educativos”, remarcaron asociaciones de padres.
Al mismo tiempo, el Departamento de Educación despidió a casi todo el equipo que se encargaba del programa de inglés, lo que marcó un quiebre en la política de inclusión escolar en Estados Unidos.
