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El presidente de La Riojana, Alfredo Capece, comparte la emoción por los 26 premios obtenidos, destacando el esfuerzo conjunto de la cooperativa y los pequeños productores.

En un mundo donde la competencia en la industria del vino es feroz, La Riojana ha emergido como un campeón, llevando el sabor característico de La Rioja a cada rincón del planeta. El presidente de la bodega, Alfredo Capece, está radiante de alegría y orgullo por los 26 premios recientemente ganados. «Estos logros no solo celebran la calidad de nuestros vinos, sino también el arduo trabajo que realizamos año tras año para llevar el espíritu de La Rioja a todo el mundo», compartió Capece emocionado.

Los premios fueron el resultado de una destacada actuación en la evaluación de vinos del noroeste de Vinor y el concurso nacional del Torrontés Riojano. Capece expresó su asombro por este éxito, subrayando cómo estos reconocimientos demuestran el esfuerzo conjunto tanto dentro como fuera de la bodega. «Es un testimonio del buen trabajo interno en la cooperativa y la bodega, así como del esfuerzo de los pequeños productores en cada una de sus propiedades», enfatizó.

El reconocimiento no se limita a lo local; trasciende las fronteras nacionales, proyectando la excelencia de La Riojana a nivel internacional. Capece resaltó la importancia de este reconocimiento global para la vitivinicultura riojana: «Estos eventos no solo han visibilizado nuestra empresa, sino también la vitivinicultura riojana en su conjunto, tanto a nivel nacional como internacional». La respuesta positiva de personas provenientes de todas partes del mundo ha sido abrumadora. Han elogiado el trabajo realizado desde lo más profundo de La Rioja, un rincón aparentemente lejano en el hemisferio sur. Capece enfatizó la relevancia de este logro, subrayando que «trabajar de esta manera y competir en el mundo desde estos lugares es crucial y debe continuar».

La Riojana no solo ha elevado el estandarte de la región, sino que también ha demostrado al mundo que la pasión, la dedicación y la excelencia pueden florecer incluso en los lugares más inesperados. Estos premios no son solo trofeos; son testigos del esfuerzo incansable de un equipo comprometido y de la riqueza de las tierras de La Rioja, embotelladas para el mundo.

Este éxito de La Riojana nos recuerda que, en el mundo del vino y más allá, la perseverancia y la pasión son las claves del éxito. Mientras celebramos estos premios, también celebramos el espíritu inquebrantable de aquellos que trabajan incansablemente para hacer realidad los sueños, sin importar cuán alejados puedan parecer esos sueños.