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El Presupuesto 2026 no incluye medidas para elevar los haberes jubilatorios más allá de la inflación, ni para actualizar el bono de $70.000 que está congelado desde marzo de 2024.

El texto del proyecto mantiene la fórmula de movilidad ligada a la inflación, pero sin alzas especiales ni mejoras adicionales para quienes cobran jubilaciones mínimas o pensiones. El bono complementario que algunos reciben se mantuvo fijo hace más de un año, lo que implica pérdidas frente al aumento de precios.

Además, el anuncio oficial de aumentos generales parece depender de que la inflación baje, lo cual lo vuelve incierto: aunque las partidas suban “por encima de la inflación proyectada”, eso no garantiza que los bolsillos sientan una recuperación real. Para quienes más lo necesitan, el Presupuesto 2026 propone continuidad, no reparación.