La ropa que se vende en Argentina vive una transformación drástica impulsada por la apertura económica. La industria nacional está en alerta máxima: el ingreso masivo de textiles de China presiona al sector y amenaza cientos de miles de puestos de trabajo.
La industria textil argentina enfrenta uno de sus momentos más complicados de las últimas décadas. La causa principal es la llegada de productos importados a precios muy bajos, principalmente desde China. Un reciente informe de la Fundación Pro Tejer confirmó que, hoy, 7 de cada 10 prendas que se importan provienen del gigante asiático. Esta concentración es aún más marcada en rubros como los tejidos de punto, donde China explica el 94% de lo ingresado.
