La noticia que nadie quería escuchar: con la aceptación de su renuncia, la exjueza Virginia Illanes logró escapar del castigo político por las graves irregularidades en sus funciones. Una comunidad que buscaba justicia se queda sin la sanción institucional esperada.
La Cámara de Diputados le aceptó la renuncia a la jueza Virginia Illanes, quien estaba a punto de enfrentar un juicio político por su mal desempeño en Chilecito. La magistrada alegó “motivos de salud” para dejar el cargo, y esta decisión le permitió cerrar de manera automática el proceso de destitución en su contra. De esta forma, Illanes evita la sanción de inhabilitación para ocupar cargos públicos que le habría caído si la encontraban culpable en el juicio.
