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Un arancel del 76,4 % impuesto por EE.UU. empujó a Brasil a desviar su carne hacia China y México, dejando en jaque a las exportaciones argentinas.

Brasil recibió un fuerte golpe cuando EE.UU. aplicó desde agosto un arancel total del 76,4 % a su carne exportada, en lo que ya es considerado un endurecimiento comercial importante.

Ante ese nuevo escenario, redobló esfuerzos: México sufrió un boom en las compras (subieron 420 % en volumen) y además aceleró envíos hacia China, su principal destino.

Ese cambio dejó a Argentina en una posición complicada. Las exportaciones al gigante asiático, antes clave para nuestras vacas, se resintieron: entre enero y abril cayeron casi 20 % (de 203.000 a 137.000 toneladas) debido a un peso más fuerte que encareció la producción local, mientras los compradores chinos se negaban a pagar precios competitivos.