Ismael, de 88 años, sufrió una brutal entradera en Sarandí. Los delincuentes lo maniataron y golpearon durante dos horas para robarle sus ahorros. “Pensé que me mataban”, dijo el jubilado tras el ataque.
La violencia en las entraderas no da tregua. En la madrugada del miércoles, Ismael, un jubilado de 88 años, fue víctima de un brutal robo en su casa, ubicada en la Avenida Manuel Belgrano al 2300, en la localidad de Sarandí.
Dos delincuentes ingresaron al domicilio sorprendiendo al anciano mientras dormía. Durante más de dos horas, lo maniataron y golpearon en el rostro y el torso mientras buscaban los ahorros que el hombre había guardado durante toda su vida. Finalmente, los asaltantes se llevaron el dinero y escaparon.