La vacuna «ARVAC Cecilia Grierson» ha recibido la aprobación de la Anmat y representa un logro significativo en la investigación científica argentina.
Se presentó oficialmente la primera vacuna nacional contra la Covid-19, conocida como «ARVAC Cecilia Grierson». Esta noticia llega después de la aprobación por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), y está destinada a personas mayores de 18 años. El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y la Ministra de Salud, Carla Vizzotti, celebraron este logro como un «día histórico de la ciencia argentina».
La vacuna «ARVAC Cecilia Grierson» representa un gran avance en la investigación científica de Argentina y marca un importante paso hacia la soberanía en la producción de vacunas contra la Covid-19. Según Filmus, «Fueron tres años de trabajo muy duro, de mucha inversión del Estado, del trabajo conjunto entre el Conicet y la Universidad Nacional de San Martín». Esta colaboración entre el sector público y privado, respaldada por los ministerios de Salud y Ciencia y Tecnología, ha permitido a Argentina desarrollar su propia vacuna, convirtiéndola en líder no solo a nivel nacional sino también regional en la lucha contra la pandemia.
La aprobación de «ARVAC Cecilia Grierson» por parte de la Anmat es un motivo de orgullo y una oportunidad para reducir la dependencia de la importación de vacunas. Filmus subrayó: «Argentina importa por año 500 millones de dólares en vacunas, esto va a significar un paso enorme respecto de la posibilidad de sustitución de importaciones y de generar exportaciones». Esta vacuna no solo satisfará las necesidades locales, sino que también se espera que se convierta en un producto de exportación, lo que fortalecerá la economía del país.
Carla Vizzotti, Ministra de Salud, destacó la importancia de esta vacuna como una herramienta segura y eficaz en la lucha contra la pandemia. También elogió el esfuerzo de los investigadores, el respaldo del Conicet y la universidad pública, y el compromiso de las provincias en este proyecto. La inversión en el proyecto ascendió a 7 millones de dólares por parte del Laboratorio Cassará en una iniciativa público-privada, y el Ministerio de Ciencia y Tecnología destinó 1.700 millones de pesos para el ensayo clínico, sin contar la dedicación constante de los investigadores y reguladores.