Un juez decidió reabrir una causa por abuso sexual contra un gendarme, que llevaba dormida desde 2019, luego de que el expediente judicial se «perdiera» al salir del juzgado. El magistrado acusó que la falta de control frenó la investigación por años.
El juez Jorge Jalil tomó la decisión de reactivar la causa porque la víctima, que era menor al momento de la denuncia, ahora es mayor de edad y puede ser escuchada por la Justicia. La ley argentina es clara: el tiempo que dura la acción penal no corre mientras la víctima sea menor y no pueda denunciar el abuso por sí misma. El Ministerio Público Fiscal explicó que «no sería razonable que el agresor se beneficie por el paso del tiempo».
