El Gobierno Nacional modificó el esquema de tarifas eléctricas para el verano, con un aumento que llegará hasta el 4% en las facturas de los hogares.
La medida, oficializada por la Secretaría de Energía, establece nuevos precios mayoristas de la electricidad que comenzaron a regir en noviembre. La novedad principal es que, por primera vez, los hogares residenciales pagarán más por cada unidad de energía que las empresas y comercios durante los meses de calor, de noviembre a abril.
Este «tarifazo inverso» implica que el aumento de hasta el 4% se aplicará directamente a las familias, mientras que las industrias y comercios verán subas mucho menores e incluso algunas podrían tener leves reducciones en sus costos. El argumento técnico que se dio para este cambio es que los hogares usan energía generada por fuentes más estables y, por ende, más caras.
