a

Menu

La Justicia de Brasil le puso una tobillera electrónica a Jair Bolsonaro, acusado de intentar un golpe de Estado contra Lula. No puede usar redes ni ver a su hijo.

El expresidente está bajo vigilancia 24 horas. Puede circular durante el día, pero de 19 a 7 tiene que quedarse en su casa. Tampoco puede acercarse a embajadas ni hablar con embajadores. La decisión llegó un día después de una carta enviada por Donald Trump presionando para frenar el juicio.

La Justicia también le prohibió tener contacto con su hijo Eduardo Bolsonaro, quien desde EE.UU. es parte clave de su defensa mediática y política. Bolsonaro enfrenta cargos que podrían llevarlo a más de 40 años de prisión.