El consumo sigue sin encontrar un respiro en Argentina. Durante el mes de agosto, las ventas en supermercados y autoservicios cayeron un 17,2%, marcando la mayor baja registrada durante el gobierno de Javier Milei.
Este dato fue revelado por un informe de la consultora Scentia, que destaca el desplome como el más grande desde que el presidente asumió el cargo. A pesar de las ofertas y descuentos implementados por los comercios, no se vieron mejoras significativas en las perspectivas económicas, y la gente sigue restringiendo sus compras frente a la inflación y la pérdida del poder adquisitivo.
Esta caída en las ventas refleja una crisis más profunda en el bolsillo de los argentinos, que, afectados por la suba de precios y la falta de estabilidad, han comenzado a reducir el consumo de productos básicos. Comercios y supermercados intentaron mitigar la situación con promociones, pero las cifras evidencian que no fueron suficientes para reactivar la demanda. La incertidumbre económica y la falta de confianza en una pronta recuperación generan preocupación tanto en el sector empresarial como en los consumidores.