En la Piazza Campo de’ Fiori, vecinos de Roma realizaron una protesta para denunciar el turismo masivo que afecta su calidad de vida. Con cacerolas y reclamos, exigieron recuperar la tranquilidad de sus barrios.
El creciente turismo masivo en Roma generó una fuerte reacción de los vecinos, que salieron a protestar en la Piazza Campo de’ Fiori para denunciar los efectos negativos de la saturación de visitantes en la ciudad. Inspirados por situaciones similares en otras ciudades como Barcelona, donde los locales han mostrado su hartazgo con pistolas de agua y reclamos en las calles, los romanos decidieron que ya no tolerarán el “over tourism” que, según ellos, ha transformado su vida cotidiana en un infierno.
Esta primera protesta, organizada el lunes pasado por “La Red de Asociaciones para una Ciudad Vivible”, un colectivo de aproximadamente veinte grupos de vecinos del centro de Roma, reunió a personas que, entre cacerolazos y gritos, expresaron su indignación por la falta de medidas para frenar el turismo descontrolado. “¡Basta, no se aguanta más!”, fue uno de los gritos de las mujeres que participaron en la movilización, expresando el cansancio y frustración que sienten al ver cómo su ciudad se convierte en un destino turístico masivo sin límites.