Un informe de auditoría expuso fallas gravísimas en la seguridad digital del Museo del Louvre, revelando que el famoso lugar de París usaba contraseñas ridículamente simples y sistemas operativos obsoletos para proteger sus servidores clave. El caso se hizo viral por lo insólito del error.
Según la información, que publicaron medios como Libération, la clave de acceso para uno de los servidores era simplemente «LOUVRE». Para entender la magnitud del problema, esta contraseña es extremadamente fácil de adivinar, dejando el sistema vulnerable a cualquiera. Además, los expertos descubrieron que una parte del sistema de videovigilancia seguía operando con versiones antiguas de Windows, como la 2000 y XP, software que ya no recibe actualizaciones de seguridad.