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Un australiano de 40 años se convirtió en la primera persona en salir del hospital con un corazón artificial, tras vivir meses con el implante. El dispositivo aún está en fase experimental, pero podría ser clave para quienes esperan un trasplante.

Un australiano de 40 años marcó un hito en la medicina al convertirse en la primera persona en salir del hospital con un corazón artificial. En noviembre de 2024, médicos del Hospital St. Vincent de Sídney le implantaron un dispositivo desarrollado por BiVACOR y la Universidad de Monash, como solución temporal ante su grave insuficiencia cardíaca mientras esperaba un trasplante.

El paciente no solo vivió más tiempo con este implante que cualquier otra persona en el mundo, sino que también logró una recuperación suficiente para ser dado de alta. Según el cardiólogo Chris Hayward, supervisor del proceso postoperatorio, este avance podría cambiar la forma en que se tratan las enfermedades cardíacas. «En la próxima década veremos que el corazón artificial será una alternativa real para quienes no pueden esperar un trasplante», aseguró.