Los síntomas digestivos provocados por la lactosa generarían microdespertares, intensificando los sueños, especialmente pesadillas.
Un equipo de la Universidad de Montreal y MacEwan University (Canadá) halló que la intolerancia a la lactosa impactaría negativamente el sueño de los jóvenes. La investigación, publicada en Frontiers in Psychology, encuestó a 1.082 estudiantes; un 40 % admitió que ciertos alimentos alteraban su descanso y un 25 % acusó que su dieta empeoraba su sueño
Los lácteos fueron los más señalados: el 22 % de los participantes vinculó el consumo de productos lácteos con sueños perturbadores, especialmente aquellos con intolerancia a la lactosa. Las respuestas revelaron que los síntomas digestivos generaron “microdespertares” que intensificaron las pesadillas .
El estudio evaluó tres hipótesis: el efecto directo de los alimentos en el sueño, el malestar digestivo y la alteración general del descanso. La intolerancia a la lactosa se ligó a peor calidad del sueño según el Pittsburgh Sleep Quality Index, y mayores puntuaciones en el Nightmare Disorder Index.
