a

Menu

Estados Unidos potenció su industria de soja procesada, y Argentina enfrentó una competencia cada vez más fuerte en harina y aceite.

Argentina sufrió un golpe inesperado: mientras el sector agropecuario esperaba recuperación, EE.UU. puso toda la carne al asador con subsidios, aranceles a aceites importados y un plan ambicioso de biocombustibles, que lo volvió más competitivo en soja china.

Eso ocurrió justo cuando nuestro país ya lidió con sequía, altos impuestos a las exportaciones y cosechas ajustadas. Las entidades rurales pidieron al gobierno de Milei alivio fiscal urgente para sostener la producción.
Reuters

Para colmo, aunque Argentina sigue siendo líder en harina y aceite, su market share bajó: pasó del 46 % a poco más del 37 % en la última década. Mientras tanto, Brasil y EE.UU. crecieron fuerte en ventas externas.