Un estudio reciente confirmó que dormir menos de seis horas altera el cerebro igual que el alcohol. La falta de descanso reduce la concentración, ralentiza los reflejos y aumenta la impulsividad, elevando el riesgo de accidentes y afectando la salud mental.
Un estudio reciente reveló que dormir menos de seis horas afecta el cerebro de manera similar a estar ebrio. La privación de sueño provoca disminución en la concentración, reflejos más lentos y mayor impulsividad, aumentando el riesgo de accidentes y afectando la toma de decisiones.
Los investigadores explicaron que la falta de descanso impacta directamente en la memoria, la atención y el control de impulsos, haciendo que las personas tomen decisiones más arriesgadas. Esto puede ser especialmente peligroso en situaciones como la conducción, el manejo de maquinaria o incluso en la vida cotidiana, donde la toma de decisiones rápida es clave.