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La provincia de Neuquén está en vilo por la desaparición de Luciana Muñoz Aguerre, una joven de 20 años, vista por última vez el 13 de julio. Luciana salió a las 4 de la mañana de la casa de su abuela en el barrio Gran Neuquén, rumbo a la casa de un amigo en el barrio Toma Norte, y nunca volvió. Su madre, Lila, empezó a preocuparse cuando Luciana no regresó, ya que no tenía celular propio y utilizaba el de su abuela para comunicarse.

Desde entonces, las autoridades han desplegado intensos operativos de búsqueda. Dos días después de su desaparición, el 15 de julio, la Policía provincial inició una causa por averiguación de paradero que fue derivada a la fiscalía de delitos contra la trata de personas. Las acciones incluyeron allanamientos en la casa del joven con el que se iba a encontrar, rastrillajes en el barrio donde desapareció y el análisis de cámaras de seguridad de la zona. También se han solicitado informes telefónicos para intentar rastrear cualquier posible pista sobre el paradero de Luciana.

Mientras tanto, la comunidad y la familia de Luciana no han cesado en su búsqueda. Se han organizado diversas marchas para exigir su aparición y la sociedad neuquina se mantiene alerta y preocupada. Las autoridades han ofrecido una recompensa de $1.000.000 a quienes puedan aportar datos certeros que ayuden a encontrar a Luciana.

La incertidumbre y el dolor crecen con cada día que pasa sin noticias. Luciana, que no llevaba su celular porque estaba dañado, se fue de la casa de su abuela diciendo que regresaría pronto, pero nunca lo hizo. La policía sigue investigando todas las hipótesis posibles, sin descartar ninguna, mientras los vecinos y familiares se aferran a la esperanza de que Luciana sea encontrada sana y salva.