El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, renunció apenas 24 horas después de presentar a su gabinete, generando una nueva crisis política en el país europeo.
Lecornu asumió el cargo tras la salida de François Bayrou, pero su gestión duró menos de un día. El anuncio de su nuevo gabinete, en el que se mantenían varios nombres de gobiernos anteriores, generó fuertes críticas de la oposición y dentro de su propio partido.
La decisión de reincorporar a Bruno Le Maire —exministro de Finanzas entre 2017 y 2024— como ministro de Defensa fue vista como una provocación política.
