La feria agrícola anual de París se vio marcada por protestas y tensiones. Manifestantes intentaron forzar su entrada, lo que llevó a enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. El presidente Macron, protegido por la policía, fue objeto de críticas y peticiones de renuncia.
La feria agrícola anual en París, que se llevó a cabo hasta el 3 de marzo, estuvo marcada por un ambiente tenso. A finales de enero, los agricultores habían bloqueado varias autopistas del país, lo que aumentó la tensión en la feria. Decenas de manifestantes intentaron forzar las rejas para entrar al lugar antes de la hora de apertura, lo que provocó enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

El presidente francés, Emmanuel Macron, estuvo protegido por decenas de policías antidisturbios, que empujaron a los manifestantes para que no se acercaran a él. Algunos de ellos lo calificaron de “mentiroso”, le gritaron que se largue y lo instaron a renunciar. A pesar de las escenas de caos, Macron logró dialogar de manera informal con los agricultores, algunos de los cuales eran miembros de los tres principales sindicatos agrícolas del país.