Una startup de EE. UU. promete, por 50 mil dólares, la posibilidad de diseñar bebés según rasgos específicos como inteligencia o altura. La oferta generó controversia ética sobre cómo este tipo de tecnología puede reforzar desigualdades.
El diario británico The Guardian reveló que una startup estadounidense está ofreciendo a parejas la posibilidad de “diseñar” sus futuros hijos según características específicas como inteligencia, altura y condición física, a un costo de 50 mil dólares. Este servicio se basa en tecnología genética que permite analizar embriones y seleccionar aquellos con mayor potencial intelectual y mejores rasgos físicos, asegurando la eliminación de posibles problemas de salud.
La propuesta ha despertado una fuerte polémica en el ámbito médico y ético. Profesionales de la salud y académicos cuestionan este servicio, advirtiendo sobre el riesgo de fomentar desigualdades al permitir que solo personas con altos recursos accedan a estos beneficios. Según críticos, este tipo de prácticas refuerza la creencia de que la desigualdad tiene origen en la biología en lugar de causas sociales, y que la selección genética de características específicas podría crear una sociedad con divisiones más profundas.