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Un joven de Bariloche, cuya licencia había sido retirada por alcoholemia, se presentó al examen práctico en estado de ebriedad. Inspectores lo descubrieron, le negaron el trámite y le secuestraron el vehículo.

Una situación insólita tuvo lugar el pasado sábado en Bariloche, Río Negro, cuando un joven, cuya licencia había sido retirada por conducir alcoholizado, volvió a protagonizar un episodio similar. Esta vez, se presentó al examen práctico requerido para recuperar su licencia… en estado de ebriedad.

Los hechos ocurrieron cerca de las 8 de la mañana, cuando el joven llegó al centro de licencias dispuesto a rendir su prueba. Sin embargo, los inspectores notaron de inmediato que algo no estaba bien. Tras realizarle un control de alcoholemia, se confirmó que tenía 0,76 gramos de alcohol por litro de sangre, superando el límite permitido para conducir.