La administración de Bukele ordenó eliminar expresiones inclusivas como “compañere” y “nosotrxs” en escuelas públicas, bajo el argumento de preservar el “uso correcto del idioma”.
La ministra de Educación, Karla Trigueros, impuso la medida como obligatorio en centros estatales. En 2024, ya había retirado la perspectiva de género de los planes educativos, como parte de su política conservadora.
Organismos feministas y de derechos humanos criticaron que la decisión llega justo cuando el país atraviesa una crisis de violencia contra mujeres y niñas. Para ellos, el veto al lenguaje inclusivo es simbólico y distrae de las urgencias reales que enfrentan miles de salvadoreñas.
