El Gobierno de Neuquén aprobó la caza de pumas para proteger la ganadería, pero expertos critican la medida y proponen métodos alternativos. Ambientalistas advierten que la matanza puede alterar el ecosistema y afectar la biodiversidad en la región.
El Gobierno de Neuquén aprobó la Resolución 76/2025, que habilita la caza de pumas como estrategia para controlar su población y proteger la ganadería. La medida permite a los productores solicitar autorización para cazar pumas del 1 de marzo al 31 de diciembre si demuestran que estos animales afectan su ganado.
Desde el Gobierno argumentan que la caza es necesaria para equilibrar el ecosistema y evitar pérdidas económicas en el sector ganadero. Sin embargo, la decisión generó un fuerte debate entre ambientalistas, científicos y organizaciones de protección animal, que advierten sobre el impacto negativo que podría tener en la biodiversidad.