El agua del río Rímac amaneció con un color rojizo y generó incertidumbre en Lima. Aunque Sedapal garantizó la seguridad del agua potable, el origen del cambio sigue sin respuesta, alimentando especulaciones en redes sobre posibles causas.
Los vecinos de Lima se despertaron con una imagen impactante: el río Rímac había cambiado de color y se veía completamente rojo. La escena, que parecía sacada de una película de terror, generó pánico y cientos de especulaciones en redes sociales. Algunos temían que se tratara de un derrame químico o contaminación industrial, mientras que otros relacionaron el fenómeno con señales apocalípticas.
A pesar del revuelo, el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal) emitió un comunicado para tranquilizar a la población. La empresa aseguró que la coloración inusual del río ocurrió aguas abajo de las bocatomas Atarjea y Huachipa, por lo que no afectaba el suministro de agua potable. Según explicaron, el proceso de captación y tratamiento del agua continuó con normalidad, cumpliendo con los estándares de calidad.