El mundo del fisicoculturismo está de luto tras el fallecimiento de Antônio Leso Brás de Souza, un joven fisicoculturista brasileño de 26 años que murió de un paro cardíaco poco después de competir en el torneo Navega Open en Navegantes, Santa Catarina. Antônio había logrado el tercer puesto en la competición, pero su vida se vio truncada por las extremas exigencias del deporte.
Según declaraciones de su esposa, Yone Silva, Antônio estaba muy concentrado en su carrera como fisicoculturista, lo que lo llevó a adoptar medidas extremas para alcanzar el nivel competitivo requerido. “Estaba muy deshidratado. Muy seco, lamentablemente. Este es un deporte adictivo y al mismo tiempo competitivo. Antonio estaba muy concentrado en este deporte”, expresó Yone, reflejando la intensidad y la presión a las que se enfrentan muchos deportistas de élite.
Uno de los factores que pudo haber contribuido a la trágica muerte de Antônio fue el uso de diuréticos, una práctica común en el fisicoculturismo para reducir líquidos y mejorar la definición muscular antes de las competiciones. Sin embargo, esta práctica puede llevar a una deshidratación severa, lo que incrementa el riesgo de problemas cardíacos y otras complicaciones de salud.