En medio de una crisis económica que afecta a millones de argentinos, los senadores nacionales aprobaron un aumento del 6,5% en sus dietas, lo que elevará sus ingresos brutos a 9 millones de pesos.
A pesar de las recientes declaraciones del Gobierno asegurando la falta de fondos para salarios y presupuesto educativo, los legisladores encontraron la manera de beneficiarse, sumándose al aumento paritario que recibieron los empleados del Congreso.
El incremento fue autorizado por las secretarías del Senado, controladas en parte por la fuerza política de Javier Milei, quien intentó desligarse del escándalo criticando la medida en redes sociales. Sin embargo, no mencionó que las mismas secretarías que dieron luz verde al aumento responden a su bloque y a sus aliados en el Congreso.
La decisión generó un fuerte repudio en la sociedad, ya que contrasta con las dificultades que enfrentan los trabajadores del sector público, quienes no han recibido mejoras salariales significativas. El aumento se distribuirá en dos tramos: un 3,5% retroactivo al 1 de julio y un 3% adicional a partir del 1 de agosto.
El presidente también expresó su descontento, apuntando indirectamente a la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien permitió la medida. El enfrentamiento entre ambos promete seguir escalando, sumando un nuevo capítulo a la ya tensa relación política.
