La provincia de La Rioja busca aliviar su crisis habitacional reutilizando viviendas desocupadas y reactivando obras abandonadas por el Estado nacional.
El secretario de Vivienda, Diego Rivero, dijo que ya reasignaron más de 30 casas que estaban abandonadas. Además, la Legislatura aprobó una ley que permitió recuperar 300 viviendas del ex ProCreAr —estaban al 50 % de avance— para que el gobierno provincial las termine con recursos propios.
Mientras tanto, el Estado riojano comenzó la ejecución de 450 viviendas nuevas y trabaja para finalizar más de 1.500 obras paralizadas.
El desafío principal sigue siendo sortear demoras legales y administrativas para acelerar entregas.
Este plan combina dos estrategias: “reciclar” viviendas ociosas y no dejar a la espera familias que ya están en fila. La Rioja apuesta a que, con esta “economía de recursos”, se pueda dar respuesta rápida a quienes más necesitan un techo.
