Miguel Díaz‑Canel respondió y admitió que la mendicidad refleja “desigualdades sociales” y pidió evitar “prepotencia” en el discurso oficial.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó Cabrera, generó oleadas de críticas tras asegurar el lunes 14 de julio ante una comisión parlamentaria que “en Cuba no hay mendigos, están disfrazados de mendigos”, al referirse a personas que sobreviven hurgando basura o limpiando parabrisas.
Feitó calificó a quienes realizan estas tareas como personas que “buscan un modo de vida fácil” y los acusó de ahorrar dinero “para ir a tomar alcohol” o evadir impuestos, pues, según ella, “recuperan materia prima” ilegalmente.
Ante ese discurso, la respuesta desde el más alto nivel fue inmediata. El presidente Miguel Díaz‑Canel reconoció el martes que este tipo de declaraciones carecieron de sensibilidad y fueron “muy cuestionables”. Además, admitió que la mendicidad y la indigencia reflejan las profundas desigualdades que afectan al país.
