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La NASA se encontraba evaluando la posibilidad de solicitar ayuda a Elon Musk para llevar a cabo una misión espacial delicada y compleja: traer de regreso a la Tierra a dos astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) desde hacía más de dos meses

Los astronautas Barry Wilmore y Sunita Williams, parte de la primera misión espacial tripulada de Boeing, ya habían cumplido 65 días a bordo del laboratorio espacial debido a problemas técnicos en la nave Starliner.

Durante una teleconferencia, los directivos de la agencia espacial estadounidense revelaron que consideraban utilizar la cápsula Dragon de SpaceX para el regreso, aunque también barajaban la opción de emplear una nave rusa Soyuz. La decisión sobre el uso de la Dragon estaba prevista para mediados del mes en curso. De decidirse por esta alternativa, la próxima misión incluiría solo dos tripulantes en lugar de los cuatro habituales, reservando dos asientos para Wilmore y Williams, quienes permanecerían en la EEI por otros seis meses.

Steve Stich, gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, destacó que aún no se había tomado una decisión final sobre el retorno de los astronautas y que se estaba trabajando arduamente con todas las entidades implicadas, incluyendo a Boeing y SpaceX, para resolver la situación.