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Un equipo de investigadores descubrió un sorprendente calendario solar de 12.000 años de antigüedad en el sitio arqueológico de Göbekli Tepe, en Turquía. Este hallazgo, datado en el 10.850 a. C., reveló que se trata del calendario más antiguo del mundo conocido hasta ahora.

Los expertos encontraron marcas en forma de V talladas en los pilares del lugar, que representan un calendario lunisolar, capaz de registrar los ciclos de la luna y el sol.

Este antiguo calendario constaba de 365 días, divididos en 12 meses lunares, a los que se añadían 11 días adicionales para completar el ciclo solar. Entre sus características, destaca el solsticio de verano, señalado como un día especial en el calendario. Este descubrimiento sugiere que los habitantes de Göbekli Tepe poseían un conocimiento astronómico avanzado para su época, lo que les permitía seguir y registrar con precisión los ciclos celestes.

Además, los investigadores plantearon la posibilidad de que este calendario también registrara un evento astronómico que desencadenó un cambio significativo en la civilización humana. Este cambio podría estar relacionado con el inicio de nuevas prácticas agrícolas o rituales religiosos, influyendo profundamente en el desarrollo cultural y social de las sociedades de la época.