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Investigadores de la Universidad de Birmingham descubrieron que la rilmenidina, un medicamento comúnmente utilizado para tratar la hipertensión, podría aumentar la esperanza de vida y retrasar el envejecimiento en animales.

El estudio, realizado en gusanos Caenorhabditis elegans, mostró que este fármaco imita los efectos de una dieta baja en calorías a nivel celular, prolongando la vida de los gusanos sin los efectos secundarios asociados a la restricción calórica. Aunque los resultados son prometedores, los científicos destacaron que aún es necesario realizar más investigaciones para determinar si la rilmenidina puede tener los mismos efectos en humanos.

Este hallazgo abrió una nueva puerta en la búsqueda de tratamientos antienvejecimiento, pero el equipo enfatizó la importancia de ser cautelosos hasta obtener más pruebas. Si bien el uso de la rilmenidina como un fármaco antiedad todavía es un horizonte lejano, la investigación demostró el potencial que tienen ciertos medicamentos ya existentes para ser reutilizados con nuevos fines. En definitiva, este avance puso en el centro de la escena la posibilidad de mejorar la calidad y la duración de la vida con intervenciones farmacológicas.