Pablo Arce relata su experiencia tras un allanamiento en su hogar y pide disculpas públicas de la jueza. Asegura que no tiene nada que ocultar en el caso del cuerpo calcinado.
Según Arce, en la madrugada del viernes pasado, transitó por la zona del hallazgo mientras visitaba a su padre. «Cuando volví, vi el fuego, pero no me pareció raro en ese momento,» afirmó.
El martes al mediodía, la policía provincial llevó a cabo un allanamiento en su domicilio, sin mostrarle ninguna orden. Arce expresó su preocupación por la seguridad de sus hijos durante el proceso y relató: «Me esposaron y me dejaron a un lado». Cuando se le preguntó por qué la policía había decidido allanar su casa, respondió: «Me buscaron a mí porque las cámaras de seguridad supuestamente me mostraban como la única persona que pasó por ahí, pero nunca me mostraron la grabación.»
Arce explicó que, durante esa fatídica noche, su esposa sufrió un ataque de pánico, lo que los llevó a llamar a una ambulancia. Los médicos proporcionaron un calmante a su esposa, y una vez que ella se recuperó y se durmió, él decidió visitar a su padre, quien tiene 78 años y siempre lo recibe a cualquier hora. También tenía la intención de pedirle dinero.
Cuando se le preguntó si había notado algo inusual en la zona donde se encontró el cuerpo, Arce respondió: «En mi primer viaje, alrededor de la 1:30 o 2:00 de la mañana, no vi nada. Sin embargo, cuando regresé cerca de las 3, vi el fuego, pero no me pareció extraño ni percibí ningún olor extraño. Nunca me habría imaginado que había un cuerpo allí.»