El 11 de septiembre de 2001 fue un día que marcó la historia mundial para siempre.
Diecinueve terroristas secuestraron cuatro aviones comerciales en Estados Unidos y los estrellaron intencionalmente, causando la muerte de 2.977 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania. El ataque fue orquestado por Osama bin Laden, líder de al Qaeda.

En el bajo Manhattan, dos aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas del World Trade Center, provocando la muerte de 2.753 personas. Entre las víctimas se encontraban 343 bomberos, 23 policías y 37 agentes de la Autoridad Portuaria, que murieron mientras intentaban rescatar a los afectados. Las víctimas de esta tragedia tenían entre 2 y 85 años, y un 80% de ellas eran hombres.

En Washington, el vuelo 77 de American Airlines fue estrellado contra el Pentágono, cobrando la vida de 184 personas. Mientras tanto, en Pensilvania, el vuelo 93 de United Airlines se estrelló en un campo luego de que los pasajeros intentaran recuperar el control del avión de manos de los secuestradores. Las 40 personas a bordo fallecieron en el impacto.
A lo largo de los años, los esfuerzos por identificar a las víctimas del World Trade Center han continuado, y hasta julio de 2019, se logró identificar al 60% de los restos.