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La ola de calor en España entre el 3 y el 18 de agosto dejó 1.149 muertos y potenció incendios que destruyeron 382.000 hectáreas.

España atravesó una de las olas de calor más intensas de los últimos años. Según el Instituto de Salud Carlos III, entre el 3 y el 18 de agosto se registraron 1.149 muertes vinculadas al exceso de temperatura.

Las altas marcas térmicas se combinaron con focos ígneos en distintas regiones, que en total devastaron más de 382.000 hectáreas. El fuego afectó tanto áreas rurales como ecosistemas naturales.

La situación encendió nuevamente las alarmas sobre el impacto del cambio climático en Europa, donde los veranos se vuelven cada vez más extremos. El debate se centra ahora en cómo reforzar la prevención y la adaptación frente a eventos que ya no parecen excepcionales, sino recurrentes.