Namibia anunció una decisión drástica para enfrentar la crisis alimentaria causada por la grave sequía provocada por el fenómeno climático El Niño.
El gobierno del país africano informó que sacrificará 723 animales, incluyendo elefantes, cebras e hipopótamos, con el objetivo de proporcionar carne a la población que sufre las consecuencias del hambre. Esta medida se tomó debido a la necesidad de mitigar los conflictos entre la fauna silvestre y las comunidades que compiten por recursos escasos en las regiones más afectadas.
El sacrificio se llevará a cabo en parques nacionales y será realizado por cazadores profesionales contratados por el gobierno. Las autoridades esperan que esta acción, además de paliar el hambre, contribuya a preservar la vida silvestre al reducir la presión sobre los ecosistemas locales, que ya se encuentran al borde del colapso debido a la crisis climática.
La decisión ha generado controversia tanto a nivel nacional como internacional, ya que muchos ven en el sacrificio de especies emblemáticas como los elefantes una solución extrema. Sin embargo, el gobierno de Namibia justificó la medida como un mal necesario para asegurar la supervivencia de la población en un contexto de emergencia climática.