La Cámara Alta le puso un “stop” al veto presidencial y reinstaló la Ley de emergencia pediátrica para que hospitales infantiles reciban fondos urgentes.
En una sesión clave, el Senado votó en contra del decreto que había bloqueado la ley. Con esa decisión, el proyecto vuelve a tener fuerza legal y obliga al Estado a asegurar recursos para la salud de niños.
La ley no es solo cuestión de números: incluye mejoras en insumos, infraestructura hospitalaria y actualización de salarios para quienes atienden pediatría. Fue votada antes en Diputados y ahora rematada en el Senado para que no quede “vetoado”.
Para quienes no saben de política: esto significa que una disputa entre Ejecutivo y Congreso afectaba reservas para hospitales infantiles, y el Senado decidió que esos recursos vuelvan a estar vigentes. Los chicos, los médicos y los padres lo van a sentir.
