El Hantavirus encendió las alarmas sanitarias en Argentina al registrar un aumento inesperado de casos y una altísima tasa de mortalidad, concentrando el foco del brote en una región geográfica inusual.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó que, hasta fines de noviembre, se detectaron 23 personas infectadas por Hantavirus. Este salto es preocupante, ya que durante el mismo periodo de los dos años anteriores no se había registrado ningún caso. Lo que realmente asustó a las autoridades es la cantidad de fallecimientos: 9 personas murieron, elevando la letalidad al 38%. Esto significa que el virus fue mortal para casi 4 de cada 10 infectados, un valor muy superior al promedio histórico. La cartera sanitaria advirtió que el alto índice podría deberse a que muchos casos leves (gente que solo tuvo síntomas parecidos a una gripe) no se diagnosticaron.
