a

Menu

El presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que el aumento de la natalidad es clave para el futuro de Rusia, en medio de una guerra que consume soldados diariamente. Un proyecto de ley busca prohibir la defensa de un estilo de vida sin hijos.

En un contexto de guerra prolongada y devastadora, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dado un nuevo giro a su política interna. Con el ejército ruso sufriendo cerca de 1.000 bajas diarias en Ucrania, según estimaciones de fuentes occidentales, Putin ha decretado que el aumento de la natalidad es una prioridad nacional. Este esfuerzo se intensificó la semana pasada con la presentación de un polémico proyecto de ley que busca prohibir cualquier promoción de un estilo de vida sin hijos.

El objetivo del Kremlin es claro: en el corto plazo, Rusia necesitará más soldados. El mes pasado, Putin ordenó un incremento de 180.000 miembros en las filas del ejército ruso, elevando su número total a 1,5 millones, lo que lo convertiría en el segundo ejército más grande del mundo, después del de China. En este escenario de guerra de desgaste en Ucrania, que no muestra signos de terminar, cada vida cuenta, y el cuerpo se convierte en un bien público, según el profesor Andrey Makarychev de la Universidad de Tartu, en Estonia. Makarychev destacó que el gobierno ruso concibe el cuerpo de la mujer como productor de hijos y el del hombre como una herramienta para la guerra.