El gobierno modificó la reglamentación de la Ley 20.429, permitiendo que mayores de 18 puedan adquirir armas. La medida desató controversia en redes sociales y reabrió el debate sobre la seguridad y los derechos civiles.
El gobierno decidió reducir a 18 años la edad mínima para adquirir o portar un arma en Argentina. La medida se concretó mediante una modificación en la reglamentación de la Ley Nacional de Armas y Explosivos N° 20.429, establecida en 1975. Según el decreto que oficializó el cambio, la decisión busca armonizar la legislación vigente con el reconocimiento de los derechos de los jóvenes adultos como ciudadanos plenos.
A partir de ahora, los mayores de 18 años podrán ser considerados “legítimos usuarios de armas de fuego”, siempre y cuando cumplan con los requisitos adicionales establecidos en la normativa. Estos incluyen no presentar anormalidades psíquicas o físicas que puedan comprometer la posesión, o en su defecto, contar con un certificado médico que lo avale. Además, se exige acreditar identidad, domicilio real y medios de vida lícitos.