El consumo interno de yerba mate cayó al nivel más bajo desde 2016, mientras que las exportaciones acumulan su peor registro en cinco años. La crisis afecta a productores y pone en jaque una tradición nacional.
El sector yerbatero en Argentina enfrenta una de sus peores crisis en años. El consumo interno de yerba mate alcanzó su nivel más bajo desde 2016, reflejando un cambio en los hábitos de consumo. Según datos oficiales, la caída afecta tanto a productores como a distribuidores, quienes ven amenazados sus ingresos y la sostenibilidad del negocio.
La situación no es mucho mejor en el mercado internacional. Las exportaciones de yerba mate registraron su acumulado más bajo en cinco años, generando preocupación en un sector que depende de la venta al exterior para sostenerse. Este doble golpe al consumo y las exportaciones pone en evidencia las dificultades de una industria emblemática de Argentina.