La cantidad de bebés nacidos bajó mucho en la última década y, al mismo tiempo, subieron las familias con un solo adulto y las que no tienen menores de 18 años.
Un estudio reciente del Observatorio del Desarrollo Humano de la Universidad Austral reveló datos que llaman la atención sobre el presente y futuro de la población argentina. En menos de una década, la cantidad de nacimientos sufrió una caída abrupta, una señal que pone en alerta a especialistas y a quienes diseñan políticas públicas.
Este descenso en la natalidad no solo cambia la pirámide poblacional sino que también se combina con transformaciones sociales importantes. Según el informe, mientras nacen menos chicos, las familias monoparentales crecieron y, además, aumentó el porcentaje de hogares que no tienen menores de 18 años. Esto puede estar vinculado a cambios culturales, económicos y sociales que marcan cómo y cuándo las personas deciden formar una familia.