Durante los Juegos Olímpicos de París 2024, un gesto de unidad entre atletas de Corea del Norte y Corea del Sur podría tener consecuencias graves para los deportistas norcoreanos involucrados. Jong Sik y Kum Yong, quienes ganaron la medalla de plata, se tomaron una selfie con atletas surcoreanos, un acto que ha sido mal visto por el régimen de Pyongyang.
Según informes de Yahoo News, los deportistas norcoreanos podrían enfrentar una «evaluación ideológica» de un mes, destinada a descartar cualquier influencia extranjera, especialmente del Sur, con el que Corea del Norte mantiene tensiones constantes.
Antes de viajar a París, los atletas fueron advertidos sobre las repercusiones de interactuar con atletas de otros países, y en particular con surcoreanos. El régimen de Kim Jong Un vigila de cerca cualquier desviación de los valores establecidos por el Estado, y esta evaluación examinará detalladamente el comportamiento de los deportistas durante los Juegos Olímpicos.
Cualquier acción considerada como una falta de lealtad o una influencia extranjera podría resultar en severas medidas disciplinarias. Este caso pone de manifiesto las estrictas restricciones bajo las que viven los atletas norcoreanos, incluso en eventos deportivos internacionales, donde el deportivismo y la unidad son valorados globalmente, pero pueden ser castigados en su país.